lunes, 14 de marzo de 2016

REALIDAD Y SUEÑOS

“Solo el sueño otorga al hombre todos sus derechos a la libertad. Gracias al sueño, la muerte ya no tiene un sentido oscuro y el sentido de la vida resulta indiferente”, así comienza el primer número de La Revolución Surrealista. Los sueños no eran un factor más en este movimiento, sino la base en la que se fundamenta. El Surrealismo no dividía el mundo en dos visiones: la realidad y los sueños, sino que defendía los propios sueños como reales, ya que son la voz de nuestro subconsciente. En los sueños salen reflejados nuestros deseos a través de imágenes, y esas imágenes el Surrealismo las traslada al mundo del arte.

Pero todo este recorrido hay que hacerlo sin la conciencia, ya que para el Surrealismo la conciencia es censura. No deja ver cuáles son nuestros deseos nublándolos con su intromisión censora. Por eso, desde un primer momento, los surrealistas reclamaron el sueño como una de las principales vías para la liberación del psique.

A primera vista, el Surrealismo parece un –ismo más de todos los movimientos que abarcan las vanguardias por su rechazo a la técnica estilística, por su desinterés de seguir penetrando en la razón o en la lógica y por su potente predilección por la imaginación. A pesar de eso, el movimiento surrealista ha sido el más importante de todas las vanguardias, no solo por su estilo y su calidad, sino por la enorme influencia que ha tenido y sigue teniendo en otras artes, como la literatura o el cine, y en otros movimientos recientes. Larga vida a los sueños.

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