lunes, 14 de marzo de 2016

LA INTERPRETACION DE LOS SUEÑOS SEGÚN CARL JUNG

Para Jung hay dos tipos de inconsciente: el personal y el colectivo. Ambos influyen en los sueños.


A) El inconsciente personal. Constituye la memoria individual y profunda de la persona. Contiene las vivencias y experiencias individuales, los pensamientos (incluso los olvidados), las sensaciones, los deseos y las proyecciones a acciones futuras.

B) El inconsciente colectivo. Se construye a partir de los símbolos y conceptos universales, comunes a todos los seres humanos. Son los instintos, los mitos, la cultura, las religiones, la historia, etc. Jung llamó “arquetipos” a este conjunto de imágenes y representaciones universales.
Según Jung, en los sueños aparecen a menudo cinco arquetipos:


1) La persona. Es la apariencia del individuo, lo que se muestra a los demás. Los individuos adaptan su conducta, actitudes y personalidad según el grupo social al que pertenecen. La ‘persona’ es lo que uno mismo y los demás piensan que es.
2) La sombra. Agrupa a todo lo que un individuo no quiere que se conozca, lo que se resiste a tomar consciencia. Son los defectos, los malos recuerdos, las angustias, las experiencias dolorosas, etc. Esta parte negativa de la personalidad aparece en los sueños como imágenes de sujetos transgresores. La sombra es lo que se prefiere no ver.

3) El alma. Este arquetipo tiene dos formas distintas: el ‘animus’ y el ‘anima’. Son dos polaridades. La energía masculina (animus) nos empuja a ser racionales. La energía femenina (anima) incita al uso de la intuición y la imaginación, es el polo más afectivo. En los sueños se representan respectivamente como figuras masculinas y figuras femeninas.

4) El espíritu. Este arquetipo aparece ante una situación crítica y decisiva en la vida. En los sueños aparece en forma de figuras ancestrales de autoridad: magos, sacerdotes, monjes, patriarcas, etc.


5) l sí-mismo. Es el arquetipo central, la totalidad del Hombre. Es una entidad sobre-ordenada al Yo. Abarca el consciente y el inconsciente. En los sueños está representado por el embarazo, por un niño o un bebé.

Para Jung, a diferencia de Freud, las imágenes del sueño no esconden un deseo insatisfecho, sino que revelan significados profundos. No están generadas necesariamente por un conflicto interno. Jung tiene un planteamiento más constructivo que Freud, en cuanto cree que el sueño tiene una función compensadora y educativa. 


El método de investigación de los sueños de C.G. Jung

Carl Jung consideraba que el método de asociaciones libres era insuficiente para interpretar los sueños. Para Jung era necesario analizar detalladamente el contexto, las relaciones asociativas que se agrupan alrededor del sueño. En el método de Jung se procede mediante preguntas “concéntricas” que buscan la “amplificación” de los significados del sueño. De esta manera se evita el reduccionismo a que lleva el método freudiano de asociaciones libres.


Carl Jung

LA VIDA ES SUEÑO


Es verdad, pues: reprimamos
esta fiera condición,
esta furia, esta ambición,
por si alguna vez soñamos.
Y sí haremos, pues estamos
en mundo tan singular,
que el vivir sólo es soñar;
y la experiencia me enseña,
que el hombre que vive, sueña
lo que es, hasta despertar.
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe
y en cenizas le convierte
la muerte (¡desdicha fuerte!):
¡que hay quien intente reinar
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte!
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.

Yo sueño que estoy aquí,
de estas prisiones cargado;  y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,  y los sueños, sueños son.


Libro "La vida es suelo". Pedro Calderón de la Barca

REALIDAD Y SUEÑOS

“Solo el sueño otorga al hombre todos sus derechos a la libertad. Gracias al sueño, la muerte ya no tiene un sentido oscuro y el sentido de la vida resulta indiferente”, así comienza el primer número de La Revolución Surrealista. Los sueños no eran un factor más en este movimiento, sino la base en la que se fundamenta. El Surrealismo no dividía el mundo en dos visiones: la realidad y los sueños, sino que defendía los propios sueños como reales, ya que son la voz de nuestro subconsciente. En los sueños salen reflejados nuestros deseos a través de imágenes, y esas imágenes el Surrealismo las traslada al mundo del arte.

Pero todo este recorrido hay que hacerlo sin la conciencia, ya que para el Surrealismo la conciencia es censura. No deja ver cuáles son nuestros deseos nublándolos con su intromisión censora. Por eso, desde un primer momento, los surrealistas reclamaron el sueño como una de las principales vías para la liberación del psique.

A primera vista, el Surrealismo parece un –ismo más de todos los movimientos que abarcan las vanguardias por su rechazo a la técnica estilística, por su desinterés de seguir penetrando en la razón o en la lógica y por su potente predilección por la imaginación. A pesar de eso, el movimiento surrealista ha sido el más importante de todas las vanguardias, no solo por su estilo y su calidad, sino por la enorme influencia que ha tenido y sigue teniendo en otras artes, como la literatura o el cine, y en otros movimientos recientes. Larga vida a los sueños.

EL SURREALISMO Y EL SUEÑO.




Paul Delvaux: La venus dormida. 1944



Giorgio de Chirico. Canción de amor. 1914



Salvador Dalí: Suelo causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo 
antes de despertar: 1944