INSOMNIO
lunes, 23 de mayo de 2016
ENFERMEDADES PQUIÁTRICAS
Insomnio secundario a
enfermedades psiquiátricas
Es el diagnóstico más frecuente
(35%) y le sigue en frecuencia el psicofisiológico (15%). La alteración del
sueño se presenta frecuentemente antes del inicio de la enfermedad
psiquiátrica, lo que sugiere que en algunas circunstancias el trastorno mental
puede ser causado por la alteración del sueño. Por lo tanto el criterio de que
efectuar un tratamiento emocional es necesario y suficiente para mejorar el
insomnio, no es totalmente cierto, pues aunque el tratamiento se debe enfocar
hacia el trastorno psiquiátrico, la adición del manejo para el insomnio puede
ser de gran ayuda. La depresión endógena es el prototipo de enfermedad
psiquiátrica que se asocia con el insomnio.
Tratamiento
Los antidepresivos tricíclicos sedantes, con
la mayor dosis a la hora de acostarse. Resultan bastante efectivos para el
insomnio asociado a depresión.
Imipramina: ver página 44 del mismo capítulo.
Zolpidem: es un hipnótico perteneciente a la familia química de las
imidazopiridinas. En el hombre es, a dosis terapéuticas, esencialmente
hipnótico.
Estos efectos están relacionados con una
acción agonista específica sobre un receptor central que forma parte del
complejo «receptor macromolecular GABA-omega» (llamado también BZD1 y BZD2) que
actúa regulando la apertura del canal de cloro. No obstante, el zolpidem es un
agonista preferente de la subclase de receptores omega 1 (BZD1). 48 Capítulo 3
J. Schiemann, I. Salgado En el hombre, el zolpidem acorta el tiempo de
adormecimiento, reduce el número de despertares nocturnos, aumenta la duración
total del sueño y mejora la calidad del mismo. Los estudios de monitoreo del
sueño nocturno han demostrado que el zolpidem prolonga la fase II, así como las
fases de sueño profundo (III y IV). A las dosis recomendadas, el zolpidem no
influye sobre la duración total del sueño paradójico (sueño MOR). Indicaciones: insomnio ocasional (2 a 5
días). Insomnio transitorio (2 a 3 semanas). Insomnio crónico. Contraindicaciones: menores de 15 años.
Embarazo y lactancia. Uso simultáneo con alcohol y otros depresores. Miastenia
gravis. Advertencias: puede
disminuir la habilidad para conducir vehículos. La dosis para ancianos debe ser
menor que para adultos. El tratamiento va de 2 a 5 días para insomnio ocasional
y de 2 a 3 semanas para insomnio pasajero. El insomnio crónico debe ser
decidido únicamente por el especialista. Posología: en todos los casos la toma
del medicamento se debe hacer inmediatamente antes de acostarse.
Adultos de menos de 65 años: la posología se
debe adaptar individualmente. De ordinario es de 1 tableta (10 mg). Puede
llegar a 15 o 20 mg, según la respuesta del paciente, es decir 1 1/2 a 2
tabletas. Adultos de más de 65 años: el tratamiento se debe iniciar con 1/2
tableta (5 mg). La dosis no debe sobrepasar una tableta (10 mg).
Insomnio asociado al uso de alcohol y fármacos
Los pacientes alcohólicos se
quejan frecuentemente de trastornos del sueño. Se describen cuadros de
insomnio, hipersomnio y alteraciones en el ciclo circadiano sueño-vigilia. El
efecto del alcohol ingerido en forma aguda, produce un acortamiento en la
latencia para iniciar el sueño, aumento del sueño profundo en la mitad del
primer período (con aumento del sueño MOR) y múltiples despertares en la
segunda mitad. El uso crónico de alcohol, fragmenta el sueño, también con
múltiples despertares. Durante los periodos de abstinencia prolongada, los
alcohólicos en recuperación se pueden quejar de insomnio que persiste por meses
o años.
El insomnio puede estar asociado
al uso de medicamentos como estimulantes del SNC (anfetaminas, metilfenidato,
cafeína), antihipertensivos (betabloqueadores, metildopa), nicotina,
antidepresivos estimulantes (inhibidores de la MAO, fluoxetina, sertralina),
broncodilatadores, anticonceptivos orales y esteroides. Los pacientes que toman
BZD (especialmente las de corta duración) por tiempo prolongado (mayor de tres
semanas) y a dosis altas, pueden experimentar despertar prematuro y mayor
dificultad para dormir al suspender la medicación en forma abrupta. La morfina
y la heroína producen aumento de alejamiento y de la tensión muscular
disminuyendo el sueño MOR.
Insomnio relacionado con
alteraciones de los ritmos circadianos
El insomnio puede ser un síntoma
principal en los trastornos de este tipo, los cuales se pueden clasificar en:
Síndrome
con fase retrasada para dormir
Tratamiento: la cronoterapia, que consiste en instruir al paciente
para que se acueste tres horas más tarde cada día.
El ejercicio temprano puede ser un tratamiento
potencial, algunos autores han Capítulo 3 49 Trastornos del sueño mostrado como
al realizar ejercicio intenso en la mañana se produce un avance en el ciclo
sueño-vigilia. La luminoterapia con exposición a la luz brillante (2500 lux)
entre las 6 a.m. y las 9 a.m. y el uso de lentes obscuros al finalizar la tarde
pueden producir un avance en los ciclos circadianos. Los tratamientos
farmacológicos no han mostrado beneficio, se ha informado el uso exitoso de:
Triazolam. Mecanismo de acción: es una benzodiacepina de acción
corta; potencia la acción inhibitoria presináptica y postsináptica del ácido
gamma aminobutirato (GABA) en el SNC. Un mecanismo de retroalimentación
negativa amortigua la hiperexcitación. Puede ser usada para el insomnio de
principio del sueño. Absorción,
distribución y excreción: produce concentraciones plasmáticas en una hora;
tiene una vida media de dos a tres horas. Las benzodiacepinas se metabolizan
extensamente, en particular por varios sistemas microsómicos distintos del
hígado. Dosificación: deberán ser
administradas dosis de 0,125 mg a 0,25 mg en la noche.
Indicaciones: tratamiento del insomnio transitorio y de corta
duración. También como tratamiento auxiliar por corto tiempo de ciertos
pacientes con insomnio de larga duración. Contraindicaciones:
está contraindicado en pacientes con conocida hipersensibilidad a cualquier
bensodiazepina, en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. Efectos adversos: hay estudios que
muestran evidencia pequeña de tolerancia en el uso continuado de 1 a 3 meses,
pero el riesgo se aumenta con las dosis altas. La reacción adversa más
frecuente es la sedación (cansancio, astenia, somnolencia, mareo y ataxia) se
considera como una prolongación de la actividad farmacológica y es dependiente
de la dosis.
Síndrome de fase adelantada para
dormir
Tratamiento: luminoterapia,
que consiste en exponer al paciente a luz brillante en las horas vespertinas y
recomendarle el uso de lentes oscuros en la mañana.
Síndrome de cambio rápido de zona horaria o rotación transitoria
Síndrome de rotación crónica Trastornos del ciclo sueño vigilia
diferente a las 24 horas (síndrome hipernictemeral).
Insomnio asociado a enfermedades
médicas
Como el infarto del miocardio en recuperación,
el paciente postquirúrgico, enfermedad pulmonar coexistente, los pacientes en
diálisis, la cefalea agrupada, el dolor periocular severo, la artritis, la
nicturia, el síndrome de unidad de cuidados intensivos.
El hipersomnio
Se define como el deseo irresistible de dormir
en cualquier circunstancia. Los pacientes presentan una tendencia inevitable a
tomar siestas, a dormirse en situaciones sedentarias o inclusive aquellas donde
se exige máximo estado de alerta. De 4% a 5% de la población general sufre de
este trastorno. 50 Capítulo 3 J. Schiemann, I. Salgado
La Narcolepsia
Es un trastorno específico caracterizado por
hipersomnio, cataplexia, alucinaciones del sueño del tipo hipnagógicas e
hipnopómpicas y parálisis del sueño. En un trastorno en que básicamente se
altera la regulación del sueño MOR. Su prevalencia en la población general es
de 0,01% a 0,09%. El sueño nocturno es fragmentado, con frecuentes despertares
y aumento en los movimientos corporales. Se clasifica en idiopática (la más
común) y sintomática (secundaria a trauma craneano, tumores cerebrales,
infecciones y EPOC).
Tratamiento
Metilfenidato. Mecanismo de acción: derivado de la piperidina,
tiene relación estructural con las anfetaminas. Es un ligero estimulante del
SNC con efectos más prominentes sobre las actividades mentales que sobre las
motoras. Sus propiedades farmacológicas son las mismas de las anfetaminas. Absorción, distribución y excreción: se
absorbe fácilmente después de su administración oral y llega a concentraciones
máximas en el plasma en dos horas. Su vida media plasmática es de una a dos
horas, pero las concentraciones encefálicas son mayores que las plasmáticas. Se
elimina por la orina 80% en forma de ácido ritalínico. Presentación: clorhidrato de metilfenidato. Tabletas de 5, 10, y 20
mg. Dosificación: la dosis inicial
es entre 15 y 30 mg/día, dividida en tres dosis, pero muchos pacientes
necesitan entre 60 a 80 mg/día antes de obtener resultados satisfactorios. Las
dosis necesitan ser administradas a intervalos de 4 horas aproximadamente. Una
dosis adicional puede administrarse hacia las 5 ó 6 p.m. en aquellas ocasiones
cuando el paciente necesite permanecer alerta en las horas del anochecer. Efectos adversos: puede constituirse en
sustancia de abuso.
Metanfetamina. Mecanismo de acción: tiene estrecha relación química
con la anfetamina y la efedrina. Las dosis pequeñas tienen prominentes efectos
de estimulación central sin mayores acciones periféricas. Presentación: clorhidrato de metanfetamina. Tabletas de 5 y 10 mg. Dosificación: puede ser usada en dosis
inicial de 15 a 20 mg/día, pero puede incrementarse hasta 60 mg/día dividida en
dos dosis.
Remoline. Mecanismo de acción: es un estimulante moderado del SNC,
con menos efectos colaterales relacionados con la dosis. Debe considerarse en
pacientes con enfermedad moderada o en quienes los efectos adversos de otras
drogas limitan su uso. Dosificación:
comúnmente se utilizan dosis de 18,75 mg a 112,5 mg. Tomadas una o dos veces al
día.
Modafinil. Mecanismo de acción: es un agonista alfa 1 central pero
su mecanismo de acción es desconocido. Presentación: no disponible aún. Dosificación: dosis diarias de 200, 300
y 400 mg. Administradas bien sea una o dos veces al día. Efectos adversos: son muchos menores que con los estimulantes
tradicionales, y el abuso no es un problema.
Síndrome de apnea obstructiva
El síndrome de apnea obstructiva
del sueño tiene una prevalencia de 24% en hombres y 9% en mujeres entre los 30
y 60 años. La frecuencia de las apneas aumenta con la edad y se correlaciona
con la obesidad y el sexo masculino. Es una Capítulo 3 51 Trastornos del sueño
condición insidiosa y progresiva caracterizada por episodios recurrentes de
apneas durante el sueño, causado por colapso de las vías aéreas altas,
especialmente en la faringe; pues el paso del aire a través de ésta depende
críticamente de la acción de los músculos dilatadores.
El sueño predispone al estrechamiento en
personas susceptibles, al colapso de la faringe por reducción de su tono
muscular y las manifestaciones clínicas más importantes son: roncador fuerte y
habitual, hipersomnio, obesidad, deterioro intelectual, irritabilidad, cefalea
matutina e hipertensión arterial sistémica.
Durante los episodios apnéicos se presenta
hipoxemia, hipercapnia y acidosis moderada; también hay aumento en las
presiones arterial sistémica y pulmonar. El síndrome de apnea central, la
hipoventilación alveolar y la apnea central son trastornos que están
relacionados entre sí, y pueden manifestarse frecuentemente como insomnio de
múltiples despertares o, en algunos casos, como somnolencia. Puede verse en
enfermedades neuromusculares, anormalidades toraco-esqueléticas, trastornos del
tronco cerebral, trastornos del nervio frénico y falla cardíaca congestiva. Se
describen dos grupos del síndrome: a) El grupo hipercápnico, en el que el trastorno
está relacionado con la hipoventilación alveolar central o enfermedades
neuromusculares; b) El grupo no hipercápnico, en el que no hay un trastorno
subyacente identificable y cursa con respiración de Cheyne-Stokes, falla
cardíaca, falla renal, y se presenta en grandes altitudes.
Hipersomnio idiopático del sistema nervioso central
Se caracteriza por somnolencia
diurna recurrente sin los síntomas adicionales de la narcolepsia. La edad de
aparición entre los 15 y 30 años de edad. El hipersomnio aparece en forma
progresiva y una vez establecido, los síntomas persisten sin cambios evidentes.
El sueño nocturno es prolongado y sin alteraciones, pero hay dificultad para
levantarse en la mañana con confusión mental, desorientación temporal, y en
ocasiones agresividad verbal y física. Los pacientes presentan largos periodos
de somnolencia durante el día que afectan significativamente sus actividades.
La somnolencia hace que se tomen siestas que son prolongadas y no reparadoras.
El estudio del sueño muestra acortamiento para el sueño NMOR, pero el sueño MOR
es normal o prolongado. El sueño profundo puede estar reducido y hay aumento
del estado II del sueño. Como su etiología se desconoce el tratamiento es
difícil y únicamente sintomático.
Enfermedad pulmonar restrictiva crónica
La enfermedad pulmonar restrictiva crónica,
exhibe hiperventilación como resultado de la estimulación de los receptores
vagales y la mayoría presenta hipocapnia con una adecuada PO2 durante la
vigilia. Durante el sueño hay disminución de la PO2 que ocurre debido a
periodos de hipoventilación; unos pocos casos presentan apnea del sueño.
Tratamiento El oxígeno suplementario se puede utilizar si la PO2 es
menor de 55 mmHg o en complicaciones de la hipoxemia.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
Los pacientes con EPOC presentan hipoxemia
durante el sueño y particularmente 52 Capítulo 3 J. Schiemann, I. Salgado
durante el sueño MOR. La calidad del sueño en pacientes con EPOC es pobre,
presentan múltiples despertares, aumento en estado I del sueño y disminución
del sueño MOR.
Tratamiento
En pacientes con EPOC solamente,
la terapia con oxígeno nasal (1 a 2 l/min) está indicada durante la noche. En
los que presentan EPOC con síndrome de apnea obstructiva del sueño la
administración de oxígeno puede ser perjudicial. En ellos puede estar indicado
el uso de CPAP con bajo flujo de oxígeno.
Recomendaciones generales para el manejo del paciente con trastornos
del sueño
• Antes de pensar en patologías
específicas debe descartarse factores externos que influyan en el problema de
sueño tales como ansiedad, depresión, cambios situacionales.
• Debe interrogarse con especial
énfasis acerca de los hábitos de sueño de la persona. Muchas veces con
corregirlos se obtiene la mejoría deseada por el individuo.
• Los fármacos, si llegan a ser necesarios,
usualmente se utilizan por ciclos cortos llegándose a suspender una vez se
hayan obtenido los beneficios.
• Algunos trastornos del sueño se
asocian con enfermedades sistémicas, por lo que el médico debe estar atento a
buscarlas de acuerdo con la historia clínica particular de cada paciente. En
tales casos el pronóstico depende fundamentalmente de la enfermedad de base.
• Algunos trastornos del sueño
como el sonambulismo y los terrores nocturnos se prestan al diagnóstico diferencial
con otras enfermedades neurológicas, especialmente crisis epilépticas. El
interrogatorio adecuado y la aplicación de las ayudas diagnósticas como
polisomnografía y EEG con buen criterio resuelven las dudas en la mayoria de
casos.
• La polisomnografía es el método
de elección para estudiar a los pacientes con trastornos del sueño y orientar
el diagnóstico.
• Algunas situaciones comunes de
la vida moderna como los viajes transoceánicos pueden alterar transitoriamente
los ritmos circadianos, incluido el sueño.
• Ante la más mínima duda acerca
de si un paciente puede estar padeciendo un trastorno de sueño, consulte al
especialista.
TRASTORNOS DEL SUEÑO
Trastornos
del sueño
Son problemas con el hecho de dormir e incluyen:
Dificultad para conciliar el sueño o permanecer
dormido.
Quedarse dormido en momentos inapropiados.
Demasiado sueño.
Conductas anormales durante el sueño.
Causas
Hay más de cien trastornos diferentes de sueño y de
vigilia que se pueden agrupar en cuatro categorías principales, a saber:
Problemas para conciliar el sueño y permanecer
dormido (insomnio).
Problemas para permanecer despierto (somnolencia
diurna excesiva).
Problemas para mantener un horario regular de sueño
(problema con el ritmo del sueño).
Comportamientos inusuales durante el sueño
(conductas que interrumpen el sueño).
PROBLEMAS PARA
CONCILIAR EL SUEÑO Y PERMANECER DORMIDO
El insomnio incluye dificultad para conciliar el
sueño o para permanecer dormido. Los episodios pueden aparecer y desaparecer,
durar entre 2 y 3 semanas (a corto plazo) o ser duraderos (crónicos).
PROBLEMAS PARA
PERMANECER DESPIERTO
Las personas con somnolencia diurna excesiva se
sienten cansadas durante el día. Los síntomas que no son ocasionados por la
falta de sueño o por sueño interrumpido se denominan hipersomnio.
Las causas de este problema abarcan:
Afecciones médicas tales como la fibromialgia y bajo funcionamiento de la tiroides.
Mononucleosis y otras enfermedades virales
Narcolepsia y otros trastornos del sueño
Obesidad, especialmente si causa apnea obstructiva
del sueño
Cuando no se puede encontrar ninguna causa para la
somnolencia, se denomina hipersomnio idiopático.
PROBLEMAS PARA
MANTENER UN HORARIO REGULAR DE SUEÑO
También se pueden presentar problemas cuando no se
mantiene un horario constante de sueño y de vigilia, lo cual sucede cuando se
viaja cruzando zonas horarias distintas y con trabajos por turnos en horarios
rotativos, particularmente los que trabajan en las noches.
Los trastornos que involucran una interrupción del
horario del sueño abarcan:
Insomnio paradójico (la persona realmente duerme
una cantidad de tiempo distinta a la que cree)
Trastorno del sueño a causa del trabajo por turnos
CONDUCTAS QUE INTERRUMPEN EL SUEÑO
Las conductas anormales durante el sueño se
denominan parasomnio. Son bastante comunes en los niños y abarcan:
Trastorno de comportamiento asociado al sueño MOR
(la persona se mueve durante el sueño MOR y puede representar sueños)
domingo, 22 de mayo de 2016
ARTICULO
Trastornos del sueño
Las alteraciones más frecuentes.
Introducción
El sueño es un fenómeno fisiológico restaurativo y esencial. Los trastornos del sueño se han relacionado con alteraciones cognitivas, disminución del rendimiento laboral y accidentes de tránsito. Son comunes en los adultos, en especial en los ancianos, y entre ellos se encuentran el insomnio, la somnolencia diurna (SD), el síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) y el síndrome de las piernas inquietas (SPI). Debido a su impacto en la calidad de vida, los profesionales tratantes deben estar al tanto de estas alteraciones frecuentes.
Una proporción importante de los adultos (43%) manifiesta SD, que interfiere con sus actividades diarias. En general, esta alteración es causada por un trastorno del sueño o por el descanso inadecuado, que se manifiesta por somnolencia y menor energía durante el día.
Por su parte, el insomnio se caracteriza por la dificultad para conciliar o mantener el sueño, lo cual provoca la SD. El insomnio de conciliación se asocia con depresión o ansiedad, síndrome de desgaste profesional, o con algún trastorno primario del sueño como el SPI. El despertar nocturno repetido refleja la alteración de los mecanismos normales del sueño que, por lo general, son causados por trastornos clínicos como la artritis o el SAOS.
El SAOS es frecuente en la población general. Los ronquidos y jadeos o la dificultad respiratoria nocturna, junto con la SD, son signos claros de este síndrome. Entre los factores de riesgo se encuentran la obesidad, las obstrucciones de la vía aérea orofaríngea, la edad avanzada, el sexo masculino, la hipertensión arterial y las enfermedades cardíacas. Es importante su diagnóstico precoz.
La incidencia del SPI en la población general varía entre 2.5% y 15%, con aumento hacia la vejez. Este síndrome es molesto y en general se produce durante el reposo, se asocia con mal estado de salud, estadio final de la insuficiencia renal crónica, depresión, embarazo, déficit de hierro, neuropatías periféricas, cafeína y alcohol.
La prevalencia y naturaleza de los trastornos del sueño en la atención primaria aún no han sido evaluadas en profundidad. En el presente estudio, los autores intentaron identificar los distintos factores de salud y demográficos asociados con estas alteraciones en la población adulta.
El sueño es un fenómeno fisiológico restaurativo y esencial. Los trastornos del sueño se han relacionado con alteraciones cognitivas, disminución del rendimiento laboral y accidentes de tránsito. Son comunes en los adultos, en especial en los ancianos, y entre ellos se encuentran el insomnio, la somnolencia diurna (SD), el síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) y el síndrome de las piernas inquietas (SPI). Debido a su impacto en la calidad de vida, los profesionales tratantes deben estar al tanto de estas alteraciones frecuentes.
Una proporción importante de los adultos (43%) manifiesta SD, que interfiere con sus actividades diarias. En general, esta alteración es causada por un trastorno del sueño o por el descanso inadecuado, que se manifiesta por somnolencia y menor energía durante el día.
Por su parte, el insomnio se caracteriza por la dificultad para conciliar o mantener el sueño, lo cual provoca la SD. El insomnio de conciliación se asocia con depresión o ansiedad, síndrome de desgaste profesional, o con algún trastorno primario del sueño como el SPI. El despertar nocturno repetido refleja la alteración de los mecanismos normales del sueño que, por lo general, son causados por trastornos clínicos como la artritis o el SAOS.
El SAOS es frecuente en la población general. Los ronquidos y jadeos o la dificultad respiratoria nocturna, junto con la SD, son signos claros de este síndrome. Entre los factores de riesgo se encuentran la obesidad, las obstrucciones de la vía aérea orofaríngea, la edad avanzada, el sexo masculino, la hipertensión arterial y las enfermedades cardíacas. Es importante su diagnóstico precoz.
La incidencia del SPI en la población general varía entre 2.5% y 15%, con aumento hacia la vejez. Este síndrome es molesto y en general se produce durante el reposo, se asocia con mal estado de salud, estadio final de la insuficiencia renal crónica, depresión, embarazo, déficit de hierro, neuropatías periféricas, cafeína y alcohol.
La prevalencia y naturaleza de los trastornos del sueño en la atención primaria aún no han sido evaluadas en profundidad. En el presente estudio, los autores intentaron identificar los distintos factores de salud y demográficos asociados con estas alteraciones en la población adulta.
Material y métodos
Los sujetos fueron reunidos en 5 centros en Carolina del Norte, EE.UU. La recolección de los datos se realizó a lo largo de 1 mes y consistió en un cuestionario de 4 páginas, que incluyó datos demográficos y de salud.
Los sujetos fueron reunidos en 5 centros en Carolina del Norte, EE.UU. La recolección de los datos se realizó a lo largo de 1 mes y consistió en un cuestionario de 4 páginas, que incluyó datos demográficos y de salud.
Resultados
Durante la recolección de datos, se presentaron 2 963 pacientes elegibles, de los cuales 1 935 (65.3%) completaron todo el cuestionario y fueron incluidos en el estudio. De estos 1 935, sólo 1 no completó las preguntas relacionadas con los trastornos del sueño, por lo cual fueron incluidos 1 934 pacientes. El 68% de los participantes fueron mujeres, con 58% de raza blanca. Más del 30% manifestó un estado de salud regular; aproximadamente el 20% eran fumadores.
Los trastornos del sueño fueron comunes a lo largo del estudio: más de la mitad de los pacientes refirió haber experimentado SD al menos 1 vez por semana y 37% adormilarse durante las actividades diarias. Más del 25% de los participantes comunicó haber tenido SPI al menos 1 vez a la semana, 33% manifestaron tener ronquidos y 13%, síntomas de apnea. Más de un tercio de los sujetos refirieron tener insomnio.
La frecuencia de los síntomas relacionados con los trastornos del sueño varió significativamente con la edad. Los pacientes más ancianos manifestaron con mayor frecuencia somnolencia diurna. Por el contrario, el insomnio, los ronquidos y los episodios de apnea fueron manifestados en su mayoría por adultos jóvenes. No se registró una diferencia estadísticamente significativa entre los pacientes más jóvenes y los más ancianos con respecto al SPI.
Cada uno de los 6 trastornos del sueño (somnolencia durante las actividades diurnas, adormilarse durante las actividades diarias, síntomas de SPI, ronquidos, apnea del sueño e insomnio) estuvieron asociados con la calidad del sueño en general; además, cada uno se relacionó con otras alteraciones del sueño.
Distintas variables demográficas y de salud estuvieron asociadas con diversos síntomas de trastornos del sueño. Los pacientes más ancianos fueron más propensos a adormilarse durante las actividades diarias a presentar ronquidos, apnea del sueño o insomnio, en tanto que las mujeres manifestaron menos ronquidos o apnea del sueño, pero mostraron mayor predisposición a tener insomnio. Con respecto a las diferencias raciales, los latinos presentaron menos somnolencia, SPI o ronquidos que los individuos caucásicos. Los participantes que calificaron su salud como regular o mala mostraron mayores probabilidades de presentar cualquiera de los 6 trastornos del sueño.
Los pacientes con índice de masa corporal elevado tuvieron 2 veces mayor riesgo de presentar ronquidos y apnea del sueño; también SPI e insomnio, pero no tan elevado. Los sujetos con enfermedades cardíacas mostraron mayor riesgo de somnolencia o de adormilarse durante las actividades diarias, de presentar SPI e insomnio. Los pacientes con cáncer tuvieron mayor riesgo de insomnio. Los participantes fumadores presentaron con mayor frecuencia SPI, insomnio, apnea del sueño y adormecimiento durante las actividades diarias.
Durante la recolección de datos, se presentaron 2 963 pacientes elegibles, de los cuales 1 935 (65.3%) completaron todo el cuestionario y fueron incluidos en el estudio. De estos 1 935, sólo 1 no completó las preguntas relacionadas con los trastornos del sueño, por lo cual fueron incluidos 1 934 pacientes. El 68% de los participantes fueron mujeres, con 58% de raza blanca. Más del 30% manifestó un estado de salud regular; aproximadamente el 20% eran fumadores.
Los trastornos del sueño fueron comunes a lo largo del estudio: más de la mitad de los pacientes refirió haber experimentado SD al menos 1 vez por semana y 37% adormilarse durante las actividades diarias. Más del 25% de los participantes comunicó haber tenido SPI al menos 1 vez a la semana, 33% manifestaron tener ronquidos y 13%, síntomas de apnea. Más de un tercio de los sujetos refirieron tener insomnio.
La frecuencia de los síntomas relacionados con los trastornos del sueño varió significativamente con la edad. Los pacientes más ancianos manifestaron con mayor frecuencia somnolencia diurna. Por el contrario, el insomnio, los ronquidos y los episodios de apnea fueron manifestados en su mayoría por adultos jóvenes. No se registró una diferencia estadísticamente significativa entre los pacientes más jóvenes y los más ancianos con respecto al SPI.
Cada uno de los 6 trastornos del sueño (somnolencia durante las actividades diurnas, adormilarse durante las actividades diarias, síntomas de SPI, ronquidos, apnea del sueño e insomnio) estuvieron asociados con la calidad del sueño en general; además, cada uno se relacionó con otras alteraciones del sueño.
Distintas variables demográficas y de salud estuvieron asociadas con diversos síntomas de trastornos del sueño. Los pacientes más ancianos fueron más propensos a adormilarse durante las actividades diarias a presentar ronquidos, apnea del sueño o insomnio, en tanto que las mujeres manifestaron menos ronquidos o apnea del sueño, pero mostraron mayor predisposición a tener insomnio. Con respecto a las diferencias raciales, los latinos presentaron menos somnolencia, SPI o ronquidos que los individuos caucásicos. Los participantes que calificaron su salud como regular o mala mostraron mayores probabilidades de presentar cualquiera de los 6 trastornos del sueño.
Los pacientes con índice de masa corporal elevado tuvieron 2 veces mayor riesgo de presentar ronquidos y apnea del sueño; también SPI e insomnio, pero no tan elevado. Los sujetos con enfermedades cardíacas mostraron mayor riesgo de somnolencia o de adormilarse durante las actividades diarias, de presentar SPI e insomnio. Los pacientes con cáncer tuvieron mayor riesgo de insomnio. Los participantes fumadores presentaron con mayor frecuencia SPI, insomnio, apnea del sueño y adormecimiento durante las actividades diarias.
Discusión
Los resultados de este estudio confirman que las molestias relacionadas con el sueño son de alta prevalencia en los pacientes en la atención primaria; así, la prevalencia observada fue del 13% a 55%. La presente investigación aportó detalles adicionales acerca del rango de las molestias relacionadas con el sueño y sus factores de riesgo. Los pacientes con mayor riesgo de presentar trastornos del sueño son aquellos que tienen dolor, alteraciones mentales, mal estado de salud en general, enfermedades cardíacas y diabetes. Así, los sujetos con lumbalgia, artritis o algún otro dolor articular y rigidez tienen mayor predisposición a presentar alteraciones relacionadas con el sueño.
Este hallazgo se correlacionó con los de otros autores que enunciaron la asociación existente entre el dolor y los trastornos del sueño. En este estudio, se señaló mayor riesgo de SAOS en pacientes con dolor musculo esquelético, quizá por la dependencia a la medicación opioide.
Por su parte, los trastornos mentales se asociaron de manera significativa con las alteraciones del sueño, un hallazgo que se correspondió con estudios previos. La relación entre la depresión y los trastornos del sueño es tan fuerte que constituye uno de los criterios diagnósticos para la depresión mayor.
Las enfermedades vasculares y respiratorias contribuyen a la presencia de trastornos del sueño y pueden ser exacerbadas por éstos. El SAOS es un factor de riesgo para hipertensión arterial. Asimismo, se encuentran asociaciones entre enfermedad cardíaca y el SPI y la SD.
Los resultados de este estudio confirman que las molestias relacionadas con el sueño son de alta prevalencia en los pacientes en la atención primaria; así, la prevalencia observada fue del 13% a 55%. La presente investigación aportó detalles adicionales acerca del rango de las molestias relacionadas con el sueño y sus factores de riesgo. Los pacientes con mayor riesgo de presentar trastornos del sueño son aquellos que tienen dolor, alteraciones mentales, mal estado de salud en general, enfermedades cardíacas y diabetes. Así, los sujetos con lumbalgia, artritis o algún otro dolor articular y rigidez tienen mayor predisposición a presentar alteraciones relacionadas con el sueño.
Este hallazgo se correlacionó con los de otros autores que enunciaron la asociación existente entre el dolor y los trastornos del sueño. En este estudio, se señaló mayor riesgo de SAOS en pacientes con dolor musculo esquelético, quizá por la dependencia a la medicación opioide.
Por su parte, los trastornos mentales se asociaron de manera significativa con las alteraciones del sueño, un hallazgo que se correspondió con estudios previos. La relación entre la depresión y los trastornos del sueño es tan fuerte que constituye uno de los criterios diagnósticos para la depresión mayor.
Las enfermedades vasculares y respiratorias contribuyen a la presencia de trastornos del sueño y pueden ser exacerbadas por éstos. El SAOS es un factor de riesgo para hipertensión arterial. Asimismo, se encuentran asociaciones entre enfermedad cardíaca y el SPI y la SD.
Los síntomas inespecíficos de la SD y el insomnio afectaron al 55% y 34% de los pacientes encuestados, respectivamente; cifras similares a otros estudios.
Un tercio de los pacientes de este ensayo presentó síntomas del SPI, cifra superior a la informada por otros autores, lo cual refleja que quizá otros profesionales no diagnostican este síntoma. Debido a esto, es importante su detección por parte de los médicos de cabecera.
Conclusión
El método utilizado en este estudio fue diseñado para identificar la prevalencia de trastornos del sueño que sugirieran diagnósticos específicos, como SAOS o el insomnio. Como sucede con cualquier método eficaz de pesquisa, es probable que no todos los pacientes con alguno de estos síntomas presente algún criterio diagnóstico para los síndromes mencionados. Además, las respuestas positivas a estos ítem deberían ser el inicio de las determinaciones diagnósticas.
El método utilizado en este estudio fue diseñado para identificar la prevalencia de trastornos del sueño que sugirieran diagnósticos específicos, como SAOS o el insomnio. Como sucede con cualquier método eficaz de pesquisa, es probable que no todos los pacientes con alguno de estos síntomas presente algún criterio diagnóstico para los síndromes mencionados. Además, las respuestas positivas a estos ítem deberían ser el inicio de las determinaciones diagnósticas.
ARTICULO
Estudios sugieren que el sueño hace más creativo e inteligente
al ser humano
A
continuación aportamos más pruebas de que el sueño profundo, incluso al dormir
la siesta, puede aumentar la inteligencia.
El acto de soñar podría mejorar la memoria, estimular la creatividad y mejorar la planificación futura, a tenor del resultado de nuevas investigaciones realizadas a tal efecto.
El acto de soñar podría mejorar la memoria, estimular la creatividad y mejorar la planificación futura, a tenor del resultado de nuevas investigaciones realizadas a tal efecto.
En un estudio reciente, los sujetos que tomaron siestas habituales con sueño MOR (fase en la que los sueños son más intensos) obtuvieron mejores resultados en problemas sintácticos basados en la creatividad. Es decir, el sueño profundo o con MOR (movimientos oculares rápidos), ayudó a las personas a combinar sus ideas de forma novedosa, según expone la psiquiatra responsable del estudio, Sara Mednick.
Parte de la ronda matutina del experimento consistió en una prueba de analogía de palabras similar a la de los exámenes SAT. Por ejemplo, si tomamos las palabras «patatas: salado - caramelos: » la respuesta sería «dulce».
Al mediodía, tras la primera ronda, los sujetos tomaron un descanso supervisado de 90 minutos de duración.
Algunos participantes echaron siestas que alcanzaron la fase de sueño MOR, que habitualmente comienza una hora después de haberse dormido la persona.
Otro grupo tomó siestas sin llegar a la fase MOR. Un tercer grupo descansó tranquilamente pero sin llegar a dormirse.
Hubo una segunda ronda de pruebas durante la tarde. En las pruebas tipo de la segunda ronda, se solicitó a los participantes que adivinaran una única palabra asociada con otras tres aparentemente inconexas. Por ejemplo, para las palabras «perita», «hogar» y «sueños» la respuesta sería «dulce». Las respuestas correctas de muchas preguntas de la segunda ronda coincidían con las de las preguntas analógicas de la primera.
En las preguntas de la segunda ronda cuyas respuestas coincidían con las de la primera, como por ejemplo «dulce» y «dulce», los que tomaron siestas con sueño MOR mejoraron su rendimiento en un 40 por ciento. Los que tomaron siestas sin llegar a la fase de sueño MOR y los que no durmieron, no mostraron mejores resultados en estas pruebas, añade Mednick, de la Universidad de California, San Diego, que presentó sus resultados el viernes en la convención anual de la Asociación Americana de Psicología celebrada en San Diego.
Esto significa que el sueño MOR mejoró la capacidad de los participantes para detectar vínculos conceptuales de términos aparentemente inconexos: las respuestas de los problemas analógicos de la primera ronda y las tres palabras asociativas de la segunda ronda.
Mednick resaltó que todos los grupos recordaron las respuestas matutinas igual de bien, lo que demuestra que la segunda ronda no sólo sirvió para comprobar la capacidad de memorización de los que tomaron la siesta MOR. En resumen, el sueño MOR «desempeña un papel importante que permite a las personas desacoplar la memoria de un término concreto para poder utilizarlo en otros contextos», añadió la doctora.
¿Ayuda el sueño a convertir los recuerdos en predicciones?
La memoria mejorada y estimulada por el sueño profundo puede aportar incluso un beneficio adicional: ayudar a imaginar (y a planificar mejor) el futuro.
El psiquiatra de Harvard Daniel Schacter, cuyas investigaciones se han llevado a cabo de forma separada de las de Mednick, comentó a National Geographic News: «Al imaginar eventos futuros, la persona recombina aspectos de experiencias que realmente han tenido lugar».
Schacter, que también presentó una ponencia el viernes en el congreso de psicología, ha descubierto que las mismas áreas del cerebro que manejan la memoria, como el hipocampo, muestran un aumento de actividad cuando se le pregunta a sujetos de estudio que imaginen eventos futuros .
¿Puede el sueño MOR convertir al ser humano en una bola de cristal?
«Nadie lo sabe a ciencia cierta» añade el doctor. «Pero sospecho que puede existir una conexión. Después de todo, los sueños son tan sólo una forma diferente de recombinar aspectos de experiencias pasadas».
ARTICULO
Rev.
Fac. Med. (Méx.) vol.56 no.4 México jul./ago. 2013
Artículos de revisión
Neurobiología del sueño y su importancia: antología para el
estudiante universitario
SUEÑO, CAFÉ Y BEBIDAS "ENERGÉTICAS"
La cafeína es un alcaloide de origen vegetal del grupo de las
xantinas que está presente en diversas bebidas de consumo humano habitual como
el café, el té y el chocolate. La cafeína, que puede considerase como el
principal ingrediente activo del café tiene efectos en el sistema nervioso
central, en donde actúa bloqueando los receptores A1 y A2a de adenosina,
provocando a su vez un incremento de las concentraciones cerebrales de
dopamina, noradrenalina y serotonina. El consumo de cafeína en bebidas está
ampliamente difundido a nivel mundial y goza de una gran popularidad debido a
los efectos positivos con los que se asocia su consumo moderado: mejora el
estado subjetivo de alerta, reduce los tiempos de reacción, así como disminuye
la fatiga y la somnolencia durante el día. Múltiples estudios se han realizado
tanto a nivel experimental como clínico para establecer si la cafeína realmente
tiene un efecto estimulante sobre algunas funciones cognitivas, pero hasta el
momento la evidencia continua siendo contradictoria, en el mejor de los casos
se ha demostrado que puede mejorar la memoria verbal y las habilidades
visuomotoras, quizá mediante sus efectos sobre el estado de alerta, la atención
y la velocidad de reacción.
Respecto al sueño, está bien establecido que la cafeína aumenta la
latencia del sueño, disminuye su duración total, aumenta la actividad motora
durante éste, disminuye su consolidación y reduce la duración del sueño de
ondas lentas sin afectar el sueño MOR19. Es importante señalar que
todos estos efectos ocurren sobre todo en pacientes que consumen cafeína horas
antes de dormir, mientras que los pacientes con consumo habitual diurno parecen
no tener efectos significativos sobre el sueño, quizá por un efecto de
tolerancia paulatina a la cafeína. La mayoría de los estudios sugieren que la
cafeína, más que estimular el desempeño de funciones cognitivas, parece más
bien ayudar a mejorar el desempeño cuando éste se ha visto afectado por una
falta de sueño previa, lo cual apoyaría su uso diurno después de una mala noche
de sueño, pero no así su administración durante la noche como un método para
retrasar el sueño nocturno.
Los efectos del consumo habitual de cafeína sobre el sueño a nivel
mundial en realidad se desconocen pero algunos estudios poblacionales sugieren
que al menos se relacionan positivamente con una alta frecuencia de somnolencia
diurna19. Finalmente, es interesante mencionar que se ha demostrado
que entre el 56-78% de los consumidores habituales de cafeína ya exhiben
síntomas y signos de dependencia (síntomas de abstinencia o de rebote), incluso
con consumos tan bajos como 100 mg al día y con periodos de consumo tan cortos
como 3-7 días, de manera que las cifras reales de personas con dependencia a la
cafeína se desconocen.
El consumo de bebidas energéticas recientemente se ha vuelto muy
popular sobre todo entre los jóvenes. Se estima que entre el 35-50% de los
adolescentes y jóvenes consumen habitualmente este tipo de bebidas en Estados
Unidos. El ingrediente principal de estas bebidas es la cafeína, sin embargo,
también contienen cantidades tremendamente variables de otras sustancias,
principalmente taurina, endulcorantes, vitaminas y fitofármacos (algunos con
acción sobre el sistema nervioso central como la yohimbina, el guaraná y la
teobromina). Sólo recientemente se han comenzado a estudiar las consecuencias
de este consumo en la salud de los jóvenes y aún son pocos estudios que
demuestren algún efecto contundente, sin embargo, existen diversas
preocupaciones en aspectos como sus efectos cardiovasculares, conductuales,
sobre el rendimiento académico, sobre la obesidad, trastornos alimentarios, el
crecimiento normal, la mineralización ósea, el sueño, etc.
Paralelamente se ha puesto de moda el consumo combinado de bebidas
alcohólicas y bebidas energéticas entre los jóvenes, ya que existe la falsa
creencia de que esta mezcla antagónica (bebidas depresoras y estimulantes),
neutraliza los efectos indeseables de ambas bebidas mejorando la experiencia de
consumo. Varios estudios sugieren que el consumo de estos cocteles se relaciona
con un mayor riesgo de consecuencias derivadas del consumo de alcohol: accidentes
automovilísticos, abuso sexual, agresiones, etc. Quizá esto se deba
a que se ha demostrado que esta combinación en efecto es capaz de contrarrestar
ciertos síntomas depresores subjetivos del alcohol, como la somnolencia, sin
embargo, no tiene ningún efecto sobre las alteraciones fisiológicas asociadas
al consumo de alcohol (incoordinación motora, disminución de la velocidad de
reacción, alteraciones del juicio, autocrítica y evaluación del peligro, etc.),
e incluso se ha observado que los efectos indeseables de ambas bebidas
(ansiedad, agitación) pueden coexistir y potenciarse más que neutralizarse.
Respecto a sus efectos sobre el sueño, algunos estudios han demostrado que el
consumo bebidas energéticas incrementa significativamente la frecuencia de insomnio
y reducción del tiempo total de sueño (< 4 h), así como de la presencia de
somnolencia diurna excesiva.
sábado, 14 de mayo de 2016
CORTOMETRAJE
Título: El sueño del pintor
Realizador: Alberto
Chiralt
País: España
Idioma: Español
Duracion: 05:00
Año: 2013
Sinopsis: Como dijo
Magritte, ‘la mente ama lo desconocido’. En su obra ‘El hijo del hombre’, su
autorretrato decidirá romper con su rutina y explorar lo desconocido.
Información
adicional: Música cedida por el famoso compositor Pascal Gaigne
Dirección: Alberto L.Chiralt
Guion y producción: Carlos Trujillo
Coordinador de efectos especiales: Daniel Valero El corto está rodado íntegramente con una Canon 600d.
12 MITOS SOBRE EL SUEÑO
Dormir es una de las
necesidades básicas de todo ser humano. Sin embargo, aunque se conoce su
importancia, no se sabe a ciencia cierta por qué dormimos y para qué. Pero, seguramente has
escuchado que si sufres insomnio debes
contar ovejas, leer un poco o ver la tele, ¿qué tan cierto es?
Por eso te vamos a revelar los
12 mitos acerca del sueño que publicó Jacqueline Howard en The Huffington Postdescubre si son verdad o no.
Todos necesitamos ocho
horas de sueño: No,
lo que te sirve a ti puede no funcionarle a alguien más, no todos
dormimos las mismas horas
La cantidad de sueño que
una persona necesita está pre determinada genéticamente. Algunas personas
necesitan más, otras necesitan menos”, dice el profesor Michael Decker de la
Universidad del Estado de Georgia y vocero de la Academia Americana de la Medicina
del Sueño.
2. Dormir más es
mejor: Tampoco,
aunque no lo creas dormir demasiado, más de 10 horas, perjudica tu salud,
asegura Michael A. Grandner psiquiatra y miembro del programa sobre conducta
del sueño dirigido por la Universidad de Pennsylvania.
3. Recuperas las horas
que no dormiste el fin de semana: Compensar la perdida del sueño durmiendo los fines de semana no es tan
fácil. Al parecer esto tiene repercusiones a largo plazo.
El problema [con el ponerse
al día con el sueño] es que se piensa que no hay una consecuencia de no dormir
lo suficiente durante toda la semana. Hay consecuencias incluso con una noche
de no dormir lo suficiente", indica el Dr. Robert Oexman, director del
Instituto Dormir para Vivir (Sleep to Live Institute).
Además, este es un circulo vicioso porque al dormir durante todo el día e irte de fiesta los fines de semana, tendrás problemas para conciliar el sueño el domingo por la noche y no habrás dormido las horas necesarias, otra vez.
Además, este es un circulo vicioso porque al dormir durante todo el día e irte de fiesta los fines de semana, tendrás problemas para conciliar el sueño el domingo por la noche y no habrás dormido las horas necesarias, otra vez.
4. Si no puedes dormir,
sólo recuéstate: Acostarte
en la cama, sin poder dormir, mirando el reloj, es una de las peores cosas que
puedes hacer, dicen los expertos.
Recostarse en la cama y
pensar el por qué no podemos dormir aumenta la ansiedad y hacer más
difícil conciliar el sueño", afirmo Decker.
Además, si nos quedamos
mucho tiempo en la cama, nuestro cerebro asociará la cama con estar despierto.
Tal vez, levantarte y realizar otra actividad por un rato puede ser la clave.
El cambio de ambiente puede reducir el estrés, pero recuerda que no debe ser
algo , vuelve a la cama y trata de dormir, aconseja .
5. Ver televisión es una
excelente forma de relajarte: Hecho:
Existe una gran diferencia entre “relajante” y “distractor”. Cuando te
relajas, tu ritmo cardiaco y tu respiración se reducen, tus músculos se
destensan y tu mente se aclara, y nada de esto sucede cuando miras TV.
La televisión en las noches
no está ahí para hacerte dormir, sino para venderte cosas”, .
Además la luz azul que produce el aparato televisor, engaña al cerebro diciéndole que es hora de despertarse y estar alerta. Por lo tanto, los expertos recomiendan que todos los aparatos electrónicos sean desconectados por lo menos con una hora de anticipación.
Además la luz azul que produce el aparato televisor, engaña al cerebro diciéndole que es hora de despertarse y estar alerta. Por lo tanto, los expertos recomiendan que todos los aparatos electrónicos sean desconectados por lo menos con una hora de anticipación.
Leer un libro, en cambio,
te ayudará a relajarte y a dormir; más no un e-book, las tabletas tienen el
mismo efecto que las pantallas de los televisores.
6. Roncar es molesto pero
no dañino: Aunque
parece que sólo le causa molestias al compañero de habitación, los ronquidos son peligrosos para la
salud. Con el tiempo, las vibraciones de los tejidos blandos de las vías
respiratorias pueden causar inflamación. A medida que la hinchazón se expande,
se hace cada vez más difícil el paso de oxígeno suficiente. Cuando no se
está recibiendo suficiente oxígeno, el cerebro activa a las personas para que
se despierten, dice Grandner.
La mayoría de las personas
que roncan o tienen apnea del sueño se
vuelven a dormir casi inmediatamente. Sin embargo, algunos expertos suponen
despertarse y dormirse a cada rato causa estrés en el cuerpo, especialmente el
corazón. Esto podría explicar por qué tanto los ronquidos y la apnea del sueño
se han relacionado con un mayor riesgo cardíaco.
7. El alcohol te ayudará a
dormir: Puede
ayudar a que te sientas somnoliento, pero es seriamente perjudicial a la hora
de querer cerrar los ojos por la noche. A medida que su cuerpo procesa el
alcohol, este comienza a actuar como estimulante, dando como resultado un sueño
más superficial y menos reparador por la noche, y es que el alcohol no
siempre es relajante.
Los bebedores también son
más propensos a despertar en la mitad de la noche y tener dificultades para
volverse a dormir.
El alcohol es muy
perjudicial para la continuidad del sueño y conduce a un sueño fragmentado y
una mala calidad", afirmó Decker.
8. Tomar café por la tarde
no afectará tu sueño: No, la cafeína tiene sorprendente mente una larga vida dentro del cuerpo, por lo que todavía hay
alrededor de la mitad de la cantidad original de cafeína ingerida en la sangre
cerca de 12 horas más tarde, dice Oexman.
En la mayoría de los casos,
cuando llega la hora de dormir, simplemente no se siente preparado para ello.
No se siente el temblor de la cafeína, pero eres menos capaz de
relajarte", dice Grandner. "
Incluso el café el medio
día puede causarte problemas para dormir, especialmente si eres sensible a la
cafeína, así que evita tomar café o té en la cena.
9. Tu recámara debe ser
acogedora y tu cama calientita: Aunque
estamos acostumbrados a dormir con cientos de cobijas, un ambiente más frío es
más propicio para un buen descanso. Debido a que hay cambios específicos en la
temperatura corporal a la hora de dormir, cualquier cosa que aumente la
temperatura interna dificulta el sueño, afirma Grandner.
Si estás teniendo problemas
para dormir intenta encender el aire acondicionado o abrir una ventana.
10. Tomar una siesta te
causará problemas en la noche: Investigaciones
sugieren que las personas que duermen siestas mejoran su memoria, su sentido de
alerta y su desempeño. Asegúrate de que tu siesta no sea en un horario cercano a
tu hora de dormir y que además, no dure más de 30 minutos.
Para quienes tienen
dificultades para conciliar el sueño, se despiertan varias veces durante la
noche o se despiertan demasiado temprano, es prudente omitir la siesta, asegura
Oexman.
11. Hacer ejercicio por la
noche te mantendrá despierto: No
necesariamente. Esta idea proviene probablemente de estudios hechos en personas
que realizan ejercicios intensos cerca de la hora de dormir. Grander asegura
que si no tienes otro horario para ir al gimnasio, no omitas tu entrenamiento,
sino que trates de realizar un esfuerzo menor, no demasiado riguroso y que
tengas el suficiente tiempo de enfriarte antes de irte a la cama.
Por su parte, Oexman dice
que si ya tienes problemas a la hora de dormir, el cambio en la temperatura
corporal que causa el ejercicio podría ser perjudicial. Él aconseja que el
ejercicio se realice tres o cuatro horas antes de dormir para evitar complicaciones.
12. No hay problema si
duermes con tu mascota: Tus
amigos peludos no son los mejores compañeros en la cama. Los ronroneos, los
ladridos o los ronquidos de tus mascotas pueden ser un factor distractor.
lunes, 2 de mayo de 2016
CUENTO
EL MAR DE LOS
SUEÑOS
Atardecer en el
mar del sueño. Las nubes corrían sigilosas por el cielo, jugando a las
escondidas con el viento.
Las olas bailaban impetuosas para las estrellas que
comenzaban a brillar como pequeños diamantes en un terciopelo teñido de bordó,
rosa y turquesa. Poco a poco salía mirando expectante la Luna, aquella cuya
blancura radiante ilumina con su candidez. Los peces saltaban libres en las
aguas del mar del sueño.
Fran, un pez pequeño muy particular, un soñador.
Desde hace un tiempo comenzó a entrenarse en saltar cada vez más alto entre las
olas por conseguir el logro de su gran sueño: despertar el interés, la mirada
de la luna bella.
Cada noche se esmeraba con profunda pasión y
repetía convencido: -algún día, ella me verá desde allí arriba y me llamará por
mi nombre ¡lo sé! Sus amigos peces que lo acompañaban siempre se reían mucho de
su insistente afirmación; pues sostenían que la luna jamás podría detener su
mirada en un pequeño pez entre un gran cardumen y cientos de animales marinos
que nadan por el mar.
Fran estaba tan enamorado de la luna que repetía
cada noche, la misma rutina: saltaba entre las olas con ímpetu y desafiándose a
sí mismo: -¡lo lograré! ¡La luna me observará con admiración! Y… ¡me llamará
por mi nombre! ¡Así será! Reafirmaba su gran sueño, aquel que lo motivaba con
pasión inagotable.
Una noche, la luna llegó despacio hasta el centro
del cielo y sonrió feliz, contemplando todo a su alrededor: las estrellas,
nubes, barcos, gente, luces, faroles, golondrinas nocturnas, y animales del
mar. De pronto llegó el cardumen dónde Fran era el pez que saltaba más alto
entre el oleaje bravo que anticipaba una tormenta. El viento comenzó a soplar
tan fuerte que corría las nubes.
La luna se mostró preocupada, por tanto movimiento
y algunos relámpagos que tronaban furiosos. Esta situación para Fran era más
desafiante; y envistió con mayor esfuerzo sus saltos, sabía que esa era la
noche dónde ocurriría algo importante.
Fran, un pez color naranja que al entrenar durante
el día se cargaba con la luz del sol sus escamas y al llegar la noche algo
maravilloso se producía en él, luminiscencia. Esa noche tan rara, él se destacó
en el mar oscuro, y en uno de los saltos, llamó la atención de la luna. La
curiosidad por saber qué era esa pequeña línea naranja que se movía tan rápido
en el mar; produjo que la luna comenzara a descender rápidamente.
Fran se deslizaba a contra viento sin detenerse, a
puro salto. Hasta que se encontró con la luna en el medio del mar, se detuvo
admirado por su inmensa luz, sus ojitos quedaron maravillados.
La luna le preguntó: – buenas noches, ¿cuál es tu nombre?
La luna le preguntó: – buenas noches, ¿cuál es tu nombre?
-Soy Fran, un pez soñador-Contestó entusiasmado
– Fran, ¡qué bien! Tienes sueños eso es
divertido-Replicó la luna.
– Y ¡mucha pasión! -Agregó Fran.
– Pasión ¿Y para qué sirve la pasión?
– En el mar de los sueños, la pasión es el motor
para lograrlos. Si deseo algo no me detengo-Contestó Fran airoso.
-Claro que ¡sí! El secreto está en ti. ¡No te
detengas! Sigue creando nuevos sueños-Completó la luna.
Así fue como desde aquella difícil e imprevista
noche el gran sueño de Fran se cumplió.
En el mar de los sueños se puede ver cómo cada
noche los peces saltan felices entre las olas divertidas del mar. Y la luna
contempla sonriente iluminando sus recorridos.
Fin
VIVIANA
VELEZ
CUENTO
EL ÁRBOL DE LOS SUEÑOS
En los años de mi infancia habitábamos la finca que
ha sido propiedad familiar desde varias generaciones anteriores y que aún
conserva sus bosques y arroyos de aguas cristalinas como en el pasado.
Pasé allí mis primeros años y asistí a la escuela
de la vereda, por encontrarse cercana a nuestra finca. En esa escuela aprendí
las primeras letras y adelanté mis estudios de enseñanza básica.
Estudiaba con mucha ilusión y con el deseo de
aprender a escribir desde el día en que me sembró la gran inquietud mi madre:
– Madre – dije aquel día a mi madre – tuve un sueño
anoche muy bonito, y no estoy muy seguro si fue un sueño o es mi ilusión.
– Cuéntame hijo, ¿Cómo fue tu sueño? – con voz
tierna dijo mi madre –
– Madre, soñé que tenía una bicicleta en la cual me
desplazaba a la escuela todos los días de ida y de regreso. Es la bicicleta que
tanto deseo tener madre.
– Hijo, los sueños muchas veces se hacen realidad,
y existen seres que nos ayudan a que eso ocurra.
– Madre ¿Cómo puedo pedir la ayuda a esos seres?.
pregunté bastante intrigado.
– Hijo mío cuando vayas camino a la escuela observa
en la pequeña colina al otro lado del puente al costado derecho hay una gran
árbol de nogal, ese es el árbol de los sueños.
– ¿Y que pasa con ese árbol madre?
– Ese es el “árbol de los sueños”, allí llega el
“genio” a recoger las cartas de los sueños que se piden.
– Y ¿Qué debo hacer madre? – Hijo, cuando aprendas
a escribir harás una pequeña cartica al “genio” donde le pedirás tus deseos y
la dejarás en una rama del ”árbol de los sueños”, él la recogerá y cumplirá tu
pedido. La carta debe ser escrita por ti mismo y sólo podrás pedir un deseo en
cada carta. Deberás tener cuidado de que nadie te vea colocando la carta.
Todos los días era más grande mi deseo por aprender
a escribir para poder redactar mi carta que dejaría al “genio” en “el árbol de
los sueños” tal como me lo dijo mi madre aquella mañana. Mi anhelo se
incrementaba cada vez que al ir camino a la escuela observaba en la colina que
me indicara mi madre, aquel viejo nogal que por su enorme tamaño no podía pasar
desapercibido.
Dediqué mucha atención a las clases y no dejaba de
practicar la escritura al llegar a casa, sería cosa de un par de años para que
lograra poner en práctica lo dicho por mi madre. ¡Ese día llegará ! me decía a
mí mismo con insistencia.
Finalmente aprendí a escribir, y con la orientación
de mi madre, un día escribí la carta en que pedía al “genio” la bicicleta de
mis sueños, camino a la escuela y cuidando de que nadie me observara até la
carta a una rama del “árbol de los sueños”.
– Madre, hoy dejé la carta en “el árbol de los
sueños”.
– Hijo, será cuestión de unos días. El “genio”
tomará la carta y se hará realidad tu sueño.
– Y ¿Dónde me dejará la bicicleta?
– El la traerá hasta la casa – dijo mi madre-, para
eso anotaste la dirección.
Pasaron los días y tuve mi bicicleta. Así fue que
con la ayuda de mi madre seguía redactando las cartas al “genio” y colgándolas
en el árbol. Una vez pedí una caja de colores, luego un morral para llevar mis
útiles, un balón para jugar futbol en el colegio, y otras cosas más.
Las cosas tardaban, pero luego tenía la sorpresa al
recibirlas. Fue hasta cuando cumplí mis doce años, en que tuve inquietud de
espiar en “el árbol de los sueños”, y poder ver al “genio”.
Así que elaboré un carta y el día que la colgué al
árbol falté a clase y me escondí en una cueva cercana para esperar la llegada
de “el genio” a tomar la carta. Esperé con mucha paciencia.
Quizás habían transcurrido unos treinta minutos
cuando vi acercarse a lo lejos una persona. Caminó en dirección al árbol y
buscó entre sus ramas mi misiva. Pero, ¡Oh sorpresa! “El genio”, a quien tantas
cosas había pedido y otras tantas había recibido no era nadie más que mi madre
Guardé el secreto de mi madre, y nunca le hice
saber que había descubierto la verdad sobre “el genio” ¡Qué grande fue tu amor
madre! ¡Gracias por todo lo recibido!
Hoy en día vivo nuevamente en la finca y he enviado
a mi pequeña hija a estudiar a la misma escuela de la vereda a la cual asistí y
donde aprendí a leer ; y cuando me dice que quiere algo le digo que escriba una
carta al “genio” y la cuelgue al “árbol de los sueños”, aquel viejo nogal que
aún se mantiene fuerte y frondoso -como en mi niñez – , repitiendo lo que dijo
mi madre aquella mañana cuando le conté mi sueño … ”cuando vayas camino a la
escuela observa en la pequeña colina al otro lado del puente al costado
derecho…”
Fin
Alberto Suárez Villamizar
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